
Hay un viejo adagio que va en la línea de: “ Si su problema tiene solución, entonces no hay necesidad de preocuparse. Y si tu problema no tiene solución, tampoco te servirá de nada preocuparte .”
Esto también puede aplicarse a cosas en nuestras vidas sobre las que no tenemos control, y nunca lo tendremos.
como ser cariñoso con el novio
Mientras tengamos control sobre alguno de las cosas que experimentaremos, la gran mayoría de ellas simplemente sucederán, y debemos aprender a adaptarnos cuando sucedan.
A continuación se presentan algunos de los problemas más comunes e incontrolables que puede encontrar en la vida, y cómo alterar el curso y fluir con ellos en lugar de dejarse arrastrar.
1. El envejecimiento y los factores que lo acompañan.
Podemos usar todas las cremas humectantes del mundo y gastar millones en cirugías estéticas, pero esas cosas no van a detener el proceso de envejecimiento.
Todo se descompone, y eso incluye nuestros cuerpos. Es inevitable, y aunque podemos ralentizar ciertas señales del envejecimiento al cuidar nuestra salud, todos vamos a perder cabello donde queremos, crecer donde no queremos que esté y tener líneas y arrugas donde preferiríamos estar suaves.
No tiene sentido enfadarse por el envejecimiento. Cada línea es un testimonio de las dificultades que has superado o de los momentos maravillosos que te hicieron sonreír.
Además, envejecer puede ser un gran privilegio: innumerables personas que han muerto jóvenes han deseado tener más tiempo, incluso si tuvieran que lidiar con las arrugas en los ojos y el dolor en las articulaciones como resultado.
Cuídese lo mejor que pueda comiendo bien y haciendo ejercicio regularmente, y debe mantenerse fuerte y saludable hasta bien entrados los años de invierno. Pero acepta que no puedes detener por completo tu inevitable desaparición.
2. Asuntos mundiales.
La persona promedio tiene poco o ningún control sobre las grandes cosas que suceden en todo el mundo.
Nosotros, las 'personas pequeñas', que no somos ni multimillonarios ni jefes de estado, no tenemos los recursos para influir en gran parte de lo que sucede.
Hay pequeñas cosas que podemos hacer para tratar de marcar la diferencia, como votar o donar a causas y organizaciones benéficas que son importantes para nosotros, pero no podemos terminar personalmente con toda la crueldad, el sufrimiento o la injusticia.
Piensa globalmente, actúa localmente y trata de ser una persona decente. Si todos hiciéramos eso, el mundo sería un lugar mucho mejor.