16 cosas que la gente increíblemente observadora hace (que otros no)

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  mujer observadora sosteniendo café fuera de un café

¿Alguna vez te detienes a sumergirte en el mundo?



¿La gente te ha comparado con Sherlock Holmes o Matt Murdock?

¿Utilizas todos tus sentidos, no solo la vista?



Recibimos mucha información sensorial cada segundo que estamos despiertos, pero ser verdaderamente observadores significa responder a ella también.

Cuando notas absolutamente todo, debes aprender en qué enfocarte y qué filtrar. Las personas observadoras son buenas en esto y, a menudo, están al menos un paso por delante de los demás.

La gente observadora realmente lo tiene mejor que otros.

¿Por qué?

Porque el mundo es un lugar fascinante si realmente le prestas atención. Las personas observadoras disfrutan de una experiencia más rica porque están muy en sintonía con el mundo que les rodea.

Aquí hay algunas cosas que la gente increíblemente observadora hace consistentemente que los hace diferentes de los demás:

1. Se fijan en los detalles.

El diablo está en los detalles, dicen, y la gente observadora lo sabe. Por lo tanto, prestan atención hasta al más mínimo detalle. Por ejemplo, pueden notar la nariz roja de su compañero de trabajo, lo que indica que están enfermos o han estado llorando.

Además de ser orientado al detalle , estas personas tienen grandes habilidades de razonamiento deductivo y pensamiento crítico, por lo que pueden sacar muchas conclusiones de estos detalles.

Por ejemplo, pueden notar que su pareja ha cambiado su peinado o que un compañero de trabajo se ha saltado la hora del almuerzo. Estos detalles les indican que su pareja está haciendo un esfuerzo extra para su cita nocturna o que su compañero de trabajo se está atrasando en su trabajo.

Prestar atención a los detalles es útil en todos los aspectos de la vida.

¿A qué hora comienza la cámara de eliminación?

2. Analizan todo.

La gente observadora no solo nota los detalles; ellos también los analizan. De hecho, analizan todo. Por ejemplo, si nota que su compañero de trabajo llegó tarde hoy y usó calcetines que no combinan, podría concluir que se quedó dormido y está teniendo una mañana difícil.

Sherlock Holmes y otros detectives de ficción populares tienen una cosa en común: el poder de la observación y la deducción. La gente observadora usa el mismo poder. Aunque es posible que no lo usen para resolver crímenes, lo usan para resolver problemas en su vida diaria.

3. Se empapan de su entorno.

Este tipo de persona siempre escanea su entorno. Observan su entorno y las personas que los rodean, en lugar de mirar sus teléfonos o distraerse de otras maneras.

Pueden aislar cada sentido para ver lo que pueden oír, oler, ver, sentir a través del tacto e incluso el gusto. Luego pueden juntar toda esta información y disfrutar de la experiencia completa de la vida.

4. Mantienen su mente ocupada.

La mente de una persona observadora está constantemente activa. Están buscando cosas en las que concentrarse mientras priorizan la información. Obviamente, este tipo de persona está ocupada incluso cuando parece no estar haciendo nada. Si bien la mayoría de las personas buscan su teléfono cuando están aburridas, las personas observadoras se sumergen en su entorno y disfrutan observando a la gente.

No les gustan las distracciones y nunca se aburren; su mente está más ocupada que una abeja. Están enfocados, atentos, conscientes de sus sentidos y presentes en el momento.

5. Leen las señas y el lenguaje corporal.

¿Estás cansado? ¿Aburrido? ¿Engañoso? ¿Divertido? Una persona observadora puede decir cómo te sientes o lo que podrías estar pensando en función de las señales que estás emitiendo. Ellos notan el lenguaje corporal y la forma en que cambia, por lo que es fácil para ellos saber cuándo estás mintiendo o cuándo estás teniendo un día difícil.

Son buenos para leer el ambiente, la habitación, la gente, o como quieras expresarlo. Son excelentes para sentir lo que sientes, incluso si eres bueno para ocultarlo.

6. Son curiosos.

Es importante mantener feliz a tu niño interior. Cuando ese niño interior pertenece a una persona observadora, nunca deja de preguntarse “¿Por qué?” Su mente curiosa está en constante aprendizaje. Ser curioso hace que la vida sea más fascinante, por lo que las personas observadoras pueden ser felices debido a su curiosidad.

Como un niño de tres años que constantemente hace preguntas, la gente observadora está ansiosa por aprender. Aprenden de las experiencias diarias y de todo lo que les rodea; siempre están analizando cosas.