20 cosas que dejar ir en 2023

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  mujer haciendo burbujas en la calle para ilustrar dejar ir las cosas

¿Alguna vez se te ha caído una tostada caliente que te quemaba los dedos? Lo más probable es que empieces a sentirte mejor tan pronto como lo dejes ir.



Es fácil hacer eso con elementos físicos porque son tangibles, y soltar trae un alivio rápido del dolor que está experimentando.

Cuando se trata de cosas emocionales o psicológicas que nos están dañando, tendemos a aferrarnos a ellas porque sentimos que son importantes o nos hemos acostumbrado a ellas. En verdad, necesitamos renunciar a nuestro control sobre ellos para que podamos sentirnos mejor.



Aquí hay 20 cosas que es mejor lanzar lo antes posible, y es más fácil dejarlas ir de lo que piensas.

1. Viejas heridas

¿Sigues guardando rencor por algo que sucedió cuando eras niño? ¿O repitiendo mentalmente cosas horribles que te lastiman?

Estas cosas pueden haber ocurrido hace años o incluso décadas, entonces, ¿por qué sigues recordándolas y masticando sobre ellas?

Una cosa es si ha pasado por una experiencia terriblemente traumática y estos pensamientos surgen espontáneamente debido al TEPT, y otra si elige intencionalmente enojarse por ellos nuevamente.

¿Cuándo se rompió el escudo?

Si ya no estás en esa circunstancia y esa persona no te está acosando en este momento, déjalo pasar. Lo que pasó es pasado, así que déjalo ahí.

2. Expectativas poco realistas

Casi todos tenemos expectativas acerca de cómo se “supone” que deben ser varias cosas.

Por ejemplo, una persona puede tener la expectativa de que las personas sean tan amables y generosas con ella como lo son con los demás. O que tendrán toda su vida resuelta para cuando tengan 30 años.

Fluya con la vida a medida que se desarrolla, en lugar de tratar de trazar un camino en la arena en constante cambio. No tenemos idea de lo que puede traer el mañana, por lo que no es realista estar obsesionado con las cosas que ocurren según un cronograma.

En su lugar, establezca algunos objetivos que le gustaría alcanzar y tome medidas para alcanzarlos. Entonces, cuando la vida inevitablemente cambia inesperadamente, puedes cambiar de dirección con más facilidad.

3. Personas que traen más dolor que alegría a tu mundo.

Casi todos tenemos al menos una persona en nuestras vidas que nos agobia en lugar de levantarnos. Tal vez sea un viejo amigo que descarga su miseria emocional sobre nosotros para sentirse mejor. O un ex con el que todavía sentimos una conexión, pero hablar con ellos nos recuerda la mierda por la que nos hicieron pasar cuando estábamos juntos.

A menos que alguien sea un familiar cercano con el que deba mantenerse en contacto porque está ayudando a mantenerlo con vida, libérelo. Mantén la comunicación al mínimo y no les des nada de tu energía. En cambio, guárdalo para las personas que traen alegría y luz a tu vida.

4. Rivalidades malsanas

¿Hay alguien en tu vida con quien hayas estado compitiendo constantemente a lo largo de los años? Tal vez fueron rivales deportivos amistosos cuando eran adolescentes y han seguido compitiendo entre sí desde entonces. ¿O tienes un hermano que está constantemente tratando de superarte con quién está saliendo, qué ha comprado, qué tan en forma está, etc., y tú tratas de tomar represalias a tu vez?

Si bien esta rivalidad podría haber comenzado como una buena diversión, ahora es más un peso y una obligación que algo divertido. No estás en competencia con nadie. Solo vive tu vida de la manera que quieras y no te preocupes por mantenerte al día o superar a los demás.

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5. Comparaciones entre usted y otras personas

Mi vecino tiene dos perros: un pastor alemán y un golden retriever. El pastor es un increíble perro guardián que patrulla la propiedad, mientras que el perdiguero es dulce y afectuoso con los niños. Estos perros no se pueden comparar porque son seres diferentes. Tienen genética diferente y roles diferentes en la familia.

Así es con cada criatura viviente en el planeta. Nunca dos seres han sido exactamente iguales, por lo que no se pueden pesar ni medir entre sí: simplemente se aprecian por lo que son como individuos.

6. Autodesprecio

Cuando piensas en las personas que más quieres, ¿te vienen a la mente palabras de bondad y apoyo? ¿O el odio y la crueldad? ¿Recurrirías a tu mejor amigo y te burlarías de él por la forma de su cuerpo? ¿Llamarlos feos, estúpidos o inútiles?

Todos cambiamos innumerables veces a lo largo de nuestras vidas. A veces estaremos orgullosos de nuestros logros y felices con nuestra apariencia física, y otras veces lucharemos. La clave es ser amables y pacientes con nosotros mismos durante los momentos difíciles en lugar de ser crueles o amonestadores. Una oruga literalmente se convierte en una papilla antes de volver a formarse en una mariposa, pero nadie lo llama 'repugnante' durante esa metamorfosis, ¿verdad?

7. Intentar complacer a los demás

Nunca podrás complacer a todos los que te rodean. Además, al tratar de complacer a algunos, inevitablemente alienarás o enfurecerás a otros.

La clave aquí es no complacer lo que crees que son las expectativas de otras personas, sino vivir una vida auténtica.

Esto no significa que deba criticar a aquellos con los que no está de acuerdo, ni siquiera expresar cómo se siente a quienes lo rodean. Lo más probable es que ni siquiera les importe lo que piensas o sientes. Solo conoce tu propia mente y sigue el camino que sea adecuado para ti.

8. La necesidad de “encajar”

Todos nosotros nos hemos encontrado con alguien que intentaba desesperadamente encajar en una multitud en particular, pero no lo lograba. Era obvio que se estaban disfrazando y tratando de desempeñar un papel que hizo que tanto ellos como todos los demás se sintieran incómodos en el proceso.

Aquellos que se esfuerzan por encajar nunca lo harán porque no están en el entorno adecuado. Pueden usar la ropa adecuada y decir las frases correctas, pero simplemente están jugando en lugar de ser fieles a sí mismos.

No tienes que cambiarte a ti mismo para encajar en cualquier lugar. En su lugar, encuentra tu tribu y rodéate de aquellos que bailan al mismo ritmo que tú.