Imane 'Pokimane' Anys se sentó y observó con total asombro cómo Michael Reeves entrenaba a un perro robot a orinar en una taza de cerveza recientemente. Todo el video fue muy gracioso, ya que Pokimane se mantuvo al día con sus comentarios tontos, mientras Reeves hacía lo que mejor sabía hacer, juguetear con los dispositivos.
Antes de reaccionar al video, Pokimane le dio me gusta al video y publicó un comentario. Dijo que aún no había visto el video, pero sabía que sería genial.
Pokimane reacciona a un perro robot que orina en una taza

El robot en cuestión aquí es el perro robot construido por Boston Dynamics. Reeves no tenía una opinión muy alta de los robots en primer lugar. Solicitó el perro robot solo para ser rechazado por Boston Dynamics. Le dijeron que vendían el robot solo a empresas de construcción.
Sin embargo, después de una larga espera y gracias a un patrocinador, Reeves finalmente consiguió un robot. Pokimane continuó diciendo que pagó por 1/3 de ese robot.
Reeves explicó que el perro podría controlarse con un controlador similar a Nintendo Switch, pero también había una opción para que las personas codificaran el robot. Esto hizo que el controlador fuera inútil para aquellos que pueden codificar.
Pokimane continuó diciendo que cualquier forma de avance mecánico o de ingeniería era capaz de hacer feliz a Reeves. Ella permaneció enganchada al video mientras Reeves construía un mecanismo que podía dispensar líquido. También le colocó una cámara para que pudiera detectar el interior blanco de la taza.

Surgió un pequeño problema cuando Reeves se dio cuenta de que la cámara tendría problemas para detectar la taza si el suelo también era blanco. Decidió colocarle una luz, que podría iluminar el interior de la taza para que la cámara lo detectara fácilmente.
Pokimane deseó entonces un profesor de física como Reeves. Ella exclamó que su profesor de física no era genial.
Michael Reeves finalmente consiguió que su perro robot orinara en una taza y también se puso en contacto con Boston Dynamics al respecto. Después de no tener noticias de ellos por segunda vez, decidió conducir hasta Boston Dynamics y compartir su opinión.